El pavimento hierve y las neuronas se fríen justo cuando hay que ser funcional. Momento de tomar decisiones fundamentales: primero que nada calmar la sed… o más bien atacarla. Aquí una bomba de frescor y energía revitalizante.
1 litro • 5 minutos
En un recipiente combina el té, el jengibre y las hojas de menta. Agrega 1 taza de agua a punto de hervir. Deja reposar por 5 minutos.
Toma un jarro grande y llénalo hasta la mitad con hielo. Exprime el limón y echa el jugo dentro del jarro.
Cumplido el tiempo de infusión del té, agrega el azúcar (puede ser blanca o miel) y revuelve bien hasta disolver. Luego, usando un colador, vierte el té dentro del jarro. Agrega 3 tazas de agua fría y mezcla bien.
¡A revivir!